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Pérdida de audición en los niños

(Hearing Loss in Children)

¿Qué es la pérdida de audición?

Cuando un hijo tiene problemas para escuchar, se dice que tiene una pérdida de audición. Hay muchos tipos y grados de pérdida de audición. Los tipos de pérdida de audición se clasifican por el lugar del oído donde ocurre el problema.

Los tipos de pérdida de audición pueden ser:

  • Pérdida conductiva de audición: Este tipo de pérdida de audición ocurre cuando hay algo que interfiere con las ondas de sonido que viajan por el oído externo y el oído medio. Los causas pueden ser:
    • un bloqueo completo del oído externo con cera
    • una infección del oído o acumulación de fluido en el oído medio
    • daño a los pequeños huesos del oído medio.

    Las pérdidas conductivas de la audición pueden o no ser permanentes. Depende de su causa.

  • Pérdida de audición sensorineural: Este tipo de pérdida de audición es causada por un problema en la parte más interna del oído o en el nervio auditivo (el término auditivo se refiere al oído). Los causas pueden ser:
    • desarrollo anormal de la parte interna del oído
    • lesión al oído debido a una enfermedad, como meningitis o rubéola
    • tumores
    • una lesión física en el oído interno.

    Las pérdidas de audición sensorineural son permanentes. A veces el problema en el oído interno también causa problemas con el equilibrio. Los niños que tienen problemas de audición y también de equilibrio pueden tener un retraso moderado en el desarrollo de sus destrezas motoras.

Un niño puede tener una pérdida de audición sensorineural y también una pérdida de audición conductiva. Este tipo de pérdida de audición se llama pérdida mixta.

¿Cuáles son los niveles de severidad?

Las pérdidas de audición también se clasifican por su severidad: leve, moderada, severa y profunda. El nivel de severidad está determinado por la intensidad del sonido que un niño puede oír. La intensidad del sonido se mide en decibeles (dB).

Leve: Los niños con pérdidas de audición leves pueden oír sonidos de 30 a 40 dB de intensidad o mayores. Pueden tener problemas para oír lenguaje tenue o distante. La causa más común de una pérdida de audición leve es acumulación de fluido en el oído medio.

Moderada: Los niños que tienen pérdidas de audición moderadas pueden oír sonidos más intensos que 45 a 60 dB. Sólo escuchan el lenguaje cuando se habla fuerte. A estos niños les cuesta entender lo que se dice cuando están en un grupo.

Severa: Los niños con pérdidas de audición severas pueden oír sonidos de 65 a 85 dB de intensidad o mayores. Sólo pueden oír voces fuertes a una distancia de un pie o menos, o sonidos ambientes muy intensos.

Profunda: Los niños con pérdidas de audición profundas pueden escuchar sonidos fuertes de 90 dB o más de intensidad, pero es posible que reconozcan más las vibraciones que los sonidos. El término "sordera" se aplica en general a los niños con pérdidas de audición profundas o que no pueden oír para nada.

¿Cuáles son los síntomas?

Su hijo puede tener un problema de audición si:

  • Su hijo no se asusta cuando se producen sonidos fuertes a los 3 ó 4 meses de edad, o no se voltea hacia el lugar de donde vino el sonido.
  • Su hijo sólo se da cuenta de su presencia cuando lo ve.
  • Su hijo no experimenta con sonidos, con excepción de gárgaras y otras vibraciones que puede llegar a sentir.
  • A los 15 meses de edad, su lenguaje está demorado o es difícil entender lo que dice. No dice palabras simples como "papá" o "mamá".
  • Su hijo no siempre responde cuando se lo llama.
  • Su hijo oye algunos sonidos pero no otros.
  • Su hijo no escucha bien o tiene problemas para mantener la cabeza erguida. Su hijo muestra retraso para sentarse o caminar sin ayuda.
  • Su hijo tiene labio o paladar leporino, una enfermedad renal, baja estatura u otros defectos de nacimiento.

¿Cómo se diagnostica?

En la mayoría de los estados se le hace una prueba de audición al bebé antes de dejar el hospital. Se le debe efectuar a cada niño que pueda llegar a tener una pérdida de audición una prueba extensa de su audición y funcionamiento del oído medio. Las pruebas de audición son efectuadas por un audiólogo. El audiólogo está capacitado especialmente para reconocer y evaluar los problemas de audición.

Después de diagnosticar una pérdida de audición, su profesional médico tratará de encontrar la causa de la pérdida. Le podrá pedir que le haga a su hijo algunas pruebas, como análisis de sangre, un electrocardiograma (EKG) y una tomografía computarizada (una forma especial de radiografía) del oído medio e interno. Es importante tratar de encontrar la causa, sobre todo si es una causa genética. Así sabrá si su próximo hijo tiene la posibilidad de tener el mismo problema.

Los resultados de estas pruebas pueden ayudar a determinar el mejor tratamiento y estrategia educativa para su hijo.

¿Cómo se trata?

Los primeros años de un niño son muy importantes para el aprendizaje y el desarrollo del lenguaje. El tratamiento temprano de un impedimento de la audición puede contribuir enormemente al funcionamiento de su hijo más adelante en la vida. El audiólogo tratará de aprovechar al máximo lo que le queda de audición a su hijo. Diseñará un plan de tratamiento con eso en mente. Este plan consiste no sólo en hacer que los sonidos suenen más fuertes con el uso de audífonos, sino también en entrenar a su hijo en la audición y el lenguaje, y en capacitar y apoyar a los padres.

  • Audífonos

    Los audífonos no sirven para restaurar la audición. Son como altavoces que ayudan a proporcionar el mejor sonido posible para el oído de su hijo. El audífono hace que los sonidos sean más fuertes, no más claros. Puede llegar a distorsionar algunos sonidos. Los audífonos pueden ser usados por niños de todas las edades. Los audífonos también pueden ayudar a los bebés.

    No se olvide de consultar con su profesional médico de la audición sobre los sonidos que su hijo puede oír con y sin un audífono, los efectos del ruido sobre la audición de su hijo, y cómo mantener los audífonos en el mejor estado de funcionamiento. Su hijo también tendrá que aprender a escuchar mejor, por ejemplo ignorando los ruidos del ambiente y prestando atención a las voces.

  • Implantes cocleares

    La cóclea (también conocida como caracol) es la parte del oído que convierte las vibraciones que conocemos como sonido en señales eléctricas. El cerebro luego interpreta las señales para comprender el sentido de los sonidos, como por ejemplo el lenguaje. Algunos niños que tienen pérdidas de audición se pueden beneficiar con un dispositivo llamado implante coclear (CI, por sus siglas en inglés).

    Un CI se compone de tres partes: un micrófono, una microcomputadora y un electrodo coclear. El micrófono, que se coloca detrás de la oreja, envía el sonido a la microcomputadora. La microcomputadora se conecta al micrófono con un cable y se coloca en un pequeño estuche que se lleva en el cinturón. Convierte el sonido en un código eléctrico que se envía por ondas de radio al electrodo coclear. El electrodo se implanta quirúrgicamente en la cóclea a través del cráneo detrás de la oreja. El implante coclear no hace que el niño vuelva a oír normalmente. No obstante, es posible que su hijo pueda interpretar las señales producidas por el implante después de haberse acostumbrado a las señales y saber lo que significan.

    Su equipo de médicos y especialistas de audición pueden ayudarle a decidir si el implante es una buena alternativa para su hijo. Los resultados de un implante pueden variar de un niño a otro. La mayoría de los niños que reciben un implante han mejorado su capacidad para oír y dominar el lenguaje oral. La terapia después de la cirugía también puede cumplir un papel importante en la mejoría de audición de su hijo.

  • Tubos auditivos

    La acumulación de fluido en el oído medio puede empeorar la pérdida de audición de su hijo. Su hijo puede necesitar tubos de ventilación (tubos auditivos) para ayudar a drenar el fluido del oído medio. Cualquier pérdida de audición adicional puede marcar una diferencia importante en la capacidad de su hijo para oír. Una persona con tubos auditivos puede continuar usando audífonos.

  • Terapias

    Se ofrecen programas de capacitación del lenguaje para niños con impedimentos de la audición desde que son bebés. Los programas para padres y bebés ayudan a los padres a crear un ambiente que enriquezca el lenguaje de su hijo.

    Los niños con impedimentos del oído pueden usar muchas maneras para comunicarse. Usted tendrá que decidir junto con su profesional médico cuáles son las maneras que mejor se adaptan al caso de su hijo. Si a su hijo le queda un poco de audición, lo mejor puede ser entrenarlo para aprovechar al máximo su capacidad para oír y comprender el lenguaje. En el caso de pérdidas de audición severas, es posible que haya que entrenar al niño para usar en lo posible el lenguaje, la audición, su vista, lectura de labios, deletreo con los dedos, lectura, escritura o idioma mudo para comunicarse.

    Para ayudarlo a determinar el mejor método de comunicación para su hijo, piense y juzgue las siguientes preguntas:

    • ¿Cuánta audición le queda a su hijo?
    • ¿Cómo se comunica su familia con su hijo?
    • ¿Está dispuesto a asistir a clases de idioma mudo?
    • ¿Qué recursos existen para usted y su hijo?
  • Educación

    Antes de que su hijo comience la escuela, póngase en contacto con su distrito escolar local. Los niños con pérdidas de audición en general requieren algunos cambios en el salón de clases. Su hijo será evaluado por un equipo de profesionales, quienes elaborarán un Plan de Educación Individual (IEP, por sus siglas en inglés). Los padres tienen derecho a participar en la elaboración del plan. También puede pedirle a su profesional médico que evalúe el plan. Algunas escuelas tienen programas disponibles para los niños que tienen pérdidas de audición. Averigüe por todos los servicios que pueda haber disponibles para su hijo.

  • Seguimiento

    Los niños con impedimentos de audición necesitan hacerse exámenes periódicos de audición, del oído y de la vista. Los niños más jóvenes tienen que examinarse más frecuentemente que los más grandes, porque sus canales auditivos están creciendo y cambiando de forma. Como la manera principal que tiene su hijo de aprender y comunicarse es por medio de la vista, es importante que se haga exámenes periódicos de la vista para comprobar que no haya problemas.

¿Cómo puedo ayudar a que mi hijo aprenda a comunicarse?

  • Hable con su hijo directamente. Colóquese siempre frente a su hijo y agáchese para estar a su nivel antes de empezar a hablar. Use frases y oraciones cortas y simples. No use lenguaje infantil. Hable lentamente y con claridad.
  • Use muchas expresiones faciales y corporales.
  • Hable sobre cosas que son importantes para su hijo. Déle a su hijo materiales, juguetes y juegos que le interesen para estimular una conversación.
  • Repita sus palabras y frases con frecuencia. Como parte de la rutina cotidiana de su hijo (vestirse, por ejemplo), pongaénfasis en palabras como camisa, medias y zapatos. Añada palabras a las frases de sólo una o dos palabras que diga su hijo. Por ejemplo, cuando su hijo diga "tren azul", responda "el tren azul va muy rápido".
  • Aliente a su hijo a unirse a su conversación. Alabe a su hijo cuando haga sonidos. Interprete el significado que su hijo está tratando de comunicar y responda. Aliéntelo a tomar turnos en la conversación.
  • Trate de no mantener conversaciones en lugares donde hay mucho ruido, como el sonido del televisor, la radio, electrodomésticos y otras conversaciones.

¿Cuándo debo llamar al profesional médico de mi hijo?

Llame durante el horario de consultorio si:

  • hay un cambio súbito en la respuesta de su hijo al sonido, sobre todo después de un resfrío
  • está preocupado por la audición de su hijo.
Escrito por la Sección de Pediatría del Desarrollo-Conducta del Instituto de Desarrollo Infantil del Centro Médico Hackensack en Hackensack, Nueva Jersey.
Pediatric Advisor 2012.2 published by RelayHealth.
Last modified: 2011-01-21
Last reviewed: 2010-10-13
Este material se revisa periódicamente y está sujeto a cambios en la medida que aparezca nueva información médica. Se proporciona sólo para fines informativos y educativos, y no pretende reemplazar la evaluación, consejo, diagnóstico o tratamiento médico proporcionados por su profesional de atención de la salud.
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